Los estudiantes tomaron el Anexo Santa Victoria Este de la Sede Tartagal de la UNSa para reclamar la construcción del edificio propio, cuya licitación se suspendió por el congelamiento dispuesto por el gobierno nacional.
Elaboraron un pliego de reclamos entre los que se destaca el pedido de designación de personal, equipamiento, biblioteca y la posibilidad de que los profesionales de la zona puedan concursar para acceder a los cargos docentes.
Hace dos meses, la localidad de Santa Victoria Este ocupó los titulares de la prensa, pero por un motivo muy diferente a las dificultades de su centro universitario: fue una de las zonas afectadas gravemente por el desborde del río Pilcomayo.

Ahora, cuando las familias regresaron a sus lugares, tomó cuerpo un reclamo que hace tiempo viene gestándose: la instalación definitiva del Anexo de la Universidad Nacional de Salta que posibilita a la población acceder al menos a algunas carreras de la casa de estudio.
Aunque la universidad cuenta con un predio donado por la Municipalidad correspondiente, la suspensión de obras dispuesta por el gobierno nacional para este año aleja la posibilidad de concretar el anhelo de la comunidad.
Sin sede propia ni personal
La sede fue creada en el año 2013 como anexo de la Sede Regional de Tartagal y en ella se dicta la carrera de Enfermería Universitaria. Ha venido funcionando en instalaciones de la Casa de las Hermanas Franciscanas (perteneciente a la Asociación de , que la Universidad alquila para el funcionamiento de la unidad.
Para llevar adelante las tareas administrativas y el traslado de personal, la UNSa realizó contratos de locación con particulares. Según informaron los alumnos, no hay personal de maestranza, ni biblioteca, ni bibliografía disponible para quienes cursan.
Según contó un estudiante ante FM Alba, en los primeros tiempos había más de 200 alumnos; ahora, la cifra ronda los 65, lo que constituye otro motivo de preocupación sobre la continuidad de la sede.
En el año 2016, la Municipalidad de Santa Victoria cedió un terreno de una hectárea para la construcción de las instalaciones, pero aún no se concretaron; este año, y según informó el vicerrector de la UNSa ante la comunidad universitaria de Tartagal, el gobierno nacional tomó la decisión de no financiar nuevas obras, por lo que el anhelo de la sede propia para el anexo queda nuevamente demorado. La mala nueva fue confirmada la semana pasada por la Secretaria de Políticas Universitarias de la Nación, Danya Tavela, quien informó a los rectores que no se prevé financiamiento para nuevas obras, en el marco de un recorte presupuestario de $3.000 millones para el conjunto de las Casas de Estudio.
El petitorio
En este marco de restricciones presupuestarias, los alumnos resolvieron tomar pacíficamente las instalaciones donde funciona el Anexo. Un centenar de personas acompañó el reclamo, que la comunidad estudiantil especificó en un petitorio de 17 puntos.
Los principales reclamos son los siguientes: