La justicia jujeña otorgó a Milagro Sala la prisión domiciliaria, pero deberá cumplirla en una vivienda que no es la propia.

Según compartieron fuentes cercanas a la defensa, el lugar no tiene luz, agua ni sanitarios. Además se establecería que en lugar sólo podrían acompañarla siete personas simultáneamente.
La decisión contrasta fuertemente con las condiciones en las que se otorga habitualmente este beneficio en otro casos, como ocurre con ex represores.