Estados Unidos logró la detención de Assange, a quien persigue por haber difundido documentos secretos revelando crímenes de las autoridades de ese país. Para ello contó con la venia del gobierno ecuatoriano que preside Lenin Moreno.
El mismo gobierno que en diciembre de 2017 otorgó la ciudadanía al periodista Julián Assange, hoy decidió retirarle el «asilo político» y permitir el ingreso de fuerzas de seguridad británicas a su embajada.
Las autoridades ecuatorianas optaron por priorizar los reclamos estadounidenses antes que el respeto por el asilo político del programador, periodista y activista por la libertad.

Assange está en la mira norteamericana desde hace años por haber difundido información reservada que puso en evidencia múltiples operaciones del país del norte en todo el mundo. Es el fundador de WkiLeaks, organización que difundió y distribuyó documentos clasificados y secretos a grandes medios de comunicación internacional, dejando en evidencia la forma en que las autoridades de los Estados Unidos mienten, presionan y operan en todo el planeta, así como la comisión de crímenes de guerra que fueron ocultados por la prensa internacional.
Hace unos días, WikiLeaks había difundido material que involucraba al propio Lenin Moreno en «el lavado de activos, la defraudación fiscal y tributaria, el tráfico de influencias y el cobro de coimas (cohecho) en perjuicio del estado ecuatoriano». Los llamados INA papers revelan la conformación de una docena de firmas offshore que habría sido utilizadas por el mandatario para los delitos denunciados.
Con esta medida, el mandatario Lenín Moreno ratifica en los hechos las conversaciones llevadas adelante con Paul Manaford, asesor del presidente estadounidense Donald Trump, con quien delinearon en diciembre pasado la posibilidad de que el país imperial perdone deudas a cambio de deshacerse de Assasnge, según reportara The New York Times.
Lenín Moreno, nefasto presidente del Ecuador, ha demostrado su miseria humana al mundo, entregando a Julián Assange -no solo asilado, sino también ciudadano ecuatoriano- a la policía británica.
Esto pone en riesgo la vida de Assange, y humilla al Ecuador.
Día de luto mundial.— Rafael Correa (@MashiRafael) 11 de abril de 2019
El ex presidente Rafael Correa calificó la decisión como una traición, al tiempo que cuestionó que el gobierno de Moreno se refiriera a la decisión como «soberana», cuando sólo obedece los mandatos e intereses del gobierno norteamericano.
El gobierno ecuatoriano quedó en evidencia también con los justificativos esgrimidos para haber permitido que una fuerza policial extranjera ingrese a su embajada y detenga a un ciudadano ecuatoriano: el canciller José Valencia anunció que la ciudadanía de Assange había sido súbitamente «suspendida» por supuestas «irregularidades». La ministra del Interior, María Paula Romo, fue más lejos, acusando a Assange de «conspiración» contra su gobierno.
Las consecuencias de esta detención exceden largamente al Ecuador. Como lo señaló el medio The Atlantic en noviembre pasado «Si el gobierno de los Estados Unidos puede procesar al editor de WikiLeaks por publicar materiales clasificados, entonces todos los medios de comunicación están en riesgo».