En julio de este año, un vecino registró la presencia de cientos de percas, carpas y pejerreyes muertos en un brazo del río Negro, cerca de la localidad de Allen.

Cuatro meses después, los estudios verificaron la presencia de múltiples agroquímicos en las vísceras y en los tejidos de los peces.
El estudio de la Dirección Provincial de Aguas (DPA) detectó 204 compuestos de aplicación corriente en las áreas agrícolas de la región, caracterizada por la producción frutícola. Entre esas sustancias se encontró THFI (metabolito del fungicida Captan), tiabendazol, fenilfenol, fludioxonil, iprodione (también fungicidas), clorpirifos y diazinon (órganofosforados) entre otros.
En el informe se señala la presencia en los peces de «plaguicidas que se usan en el monte frutal».
El trabajo también señala que “Se presume que la presencia de agroquímicos en el área de estudio, proviene de la manipulación indebida de estas sustancias que han sido arrojadas al ambiente e inevitablemente alcanzan los drenajes del sistema de riego”, si bien aún no se difundieron quiénes habrían sido los responsables de estos derrames.
Para la DPA la contaminación detectada no afecta a la distribución normal de agua potable.