El gobierno designó como nuevo procurador del Tesoro a Bernardo Saravia Frías, abogado que tuvo como clientes al Grupo Macri, grandes entidades financieras y compañías mineras.

En su nueva labor, Saravia Frías deberá «Asumir la representación y defensa del Estado Nacional en juicio. Dirigir al Cuerpo de Abogados del Estado » y «Registrar y auditar los juicios en los que el Estado Nacional sea parte». Sin embargo, los antecedentes del letrado permiten avizorar que se producirán reiterados conflictos de intereses en su nueva función.
Hasta ahora se desempeñaba como Secretario Legal y Técnico del Ministerio de Hacienda. Su designación en esa función ya había sido calificada como «polémica» por medios como Politica Argentina, destacando las múltiples vinculaciones del funcionario con empresas ligadas a la familia presidencial, con Bancos como el Bank of America, Banco Itaú, BNP Paribas, Banco Supervielle, Merrill Lynch y el Hipotecario.
Saravia Frías fue aportante a la campaña de la UCR y asesor de Fernando De la Rúa.
Su socio, Carlos Saravia Frías, es vicepresidente del Grupo de Empresas Mineras de Exploración de la República Argentina (GEMERA)